HELIE SALAS

Un apunte biográfico

 

Nace en Argelia el 16 de agosto de 1953, hija de españoles exiliados, padre mallorquín y madre alicantina. En 1955, presionados por la guerra, la familia emigra a Venezuela, fijando su residencia en la ciudad de Barquisimeto, donde Helie hace sus estudios primarios y secundarios. En 1971 sus padres deciden que sus estudios superiores los realice en España, matriculándola en la universidad de Valencia. Es en esa vida universitaria, en la que cursa estudios de Farmacia y se diploma en Información y Turismo, donde conoce a Manuel Salguero, con quien se casa en agosto de 1975. El matrimonio tiene dos hijos, María, nacida en 1980 y Javier, en 1981.

 

La actividad fotográfica ocupa una parte importante de su última década de vida, y la “Asociación Fotográfica Villena” será tanto el marco docente en su proceso continuo de aprendizaje e investigación como el elemento potenciador de la manifestación pública de su obra.

 

En noviembre de 2001 realiza su primer curso de iniciación a la fotografía analógica, continuando en el 2002 con un curso de perfeccionamiento. Muy pronto lo que comienza como un mero entretenimiento va a transformarse en una pasión intensa. De tímida e insegura aprendiz rápidamente forma parte activa de la Asociación, incorporándose a su junta directiva, aportando ideas y participando intensamente en la programación y realización de sus actividades y cursos. Carácter solidario, optimismo existencial, entusiasmo inagotable, contagiosa alegría y delicadeza formal en todas las situaciones son las armas con las que es respetada y querida por todos sus colegas.

 

Los años de su actividad fotográfica coinciden con los del paso de la fotografía analógica a la fotografía digital y el progresivo dominio de ésta sobre la tradicional. A pesar de su reserva y primera resistencia, la nueva técnica le va a proporcionar la herramienta idónea para “atrapar” la plural realidad que tuvo la oportunidad de vivir. Efectivamente, circunstancias familiares propician frecuentes viajes a todos los rincones del planeta que le permiten satisfacer su verdadera necesidad: la curiosidad constante e intensa que le provoca el mundo exterior, derivada de su vitalismo inagotable.

 

La obra fotográfica de Helie Salas, cumpliendo siempre con los requisitos técnicos básicos y con los criterios estéticos de encuadre y color, destaca por el amor hacia el “objeto” que capta, que es elegido tras un proceso de empatía que surge entre ella y el paisaje natural o urbano, las arquitecturas y sus elementos, los animales, y todas las tipologías humanas y culturales, en especial la ingenuidad infantil y la situación de la mujer en su medio social. Las numerosas fotografías que ha dejado traducen un alegre canto a la naturaleza, al ser humano y a la vida.

 

Fallece el 4 de febrero de 2011, tras meses de rebeldía y pertinaz lucha contra un fatal cáncer. Sus cenizas están esparcidas en el mítico y mágico islote de Es Vedrá, en su querida isla de Ibiza.